Los Diablos Rojos empataron 1-1 este martes en un juego de bajo riesgo contra Gales, segundo en el Grupo E de los Grupos Clasificatorios para la Copa del Mundo 2022 en Qatar.
Kevin De Bruyne y sus compañeros de equipo se habían asegurado la clasificación al adelantar a Estonia con un 3-1, tres días antes. Y si bien las apuestas en la clasificación del grupo eran menores (Ya que seguramente los belgas se clasificarían si o si, en primer lugar, al estar cinco puntos por delante de los galeses, segundos de grupo), Bélgica ocupó el primer lugar en el grupo. El empate asegura a Gales en segundo lugar, lo que los lleva a los play-offs como cabeza de serie. Los Diablos, mientras tanto, no se sintieron inspirados durante este juego y no todos los jugadores pusieron estrellas en los ojos de Roberto Martínez, entrenador del equipo belga.
El técnico de los diablos rojos abrió el partido con un equipo muy rejuvenecido. Para empezar, los madrileños Thibaut Courtois y Eden Hazard, Praet, Mignolet y Denayer no fueron al viaje a Gran Bretaña y han regresaron a sus respectivos clubes. Casteels comenzó en la portería, Origi y de Ketelaere comenzaron al ataque. Solo los habituales De Bruyne, capitán provisional, Witsel, Meunier, Castagne y Vanaken comenzaron en este partido.
Por el lado galés, fue de lamentar la ausencia de Gareth Bale, la gran estrella de los "Dragones". El capitán y hombre de la victoria sobre Bielorrusia Aaron Ramsey estuvo presente en un equipo casi idéntico al de su último partido contra Bielorrusia.
El bloque galés se mantenía compacto durante los primeros cinco minutos, dejando la posesión a los belgas, esperando un error para aprovechar y basando su juego en el contraataque. Esta estrategia tenía inquieto al equipo belga, que luchaba por encontrar el pase vertical, girando el balón de izquierda a derecha a través de Boyata. Theate, que hizo un buen comienzo de juego, seria recompensado con algunas intercepciones.
Los Diablos fueron ganando confianza poco a poco, y fue con el pie del Origi que llegaría el primer y potente golpe, que tuvo que ser repelido por el portero galés. Una mala subida de la defensa de los dragones aterrizó en los pies de Kevin De Bruyne, quien, con un remate envuelto, encontró el fondo de la red en su primer golpe del partido.
Tras el gol, los Dragones intentaron subir levemente su bloque, lo que dificultaba la recuperación belga, sin representar un gran peligro para los galeses.
La defensa, remodelada por Martínez, se cortaría por completo, dándole a Moore un empate. Algo totalmente desafortunado para Theate, que estaba haciendo un comienzo de juego casi perfecto, siendo el último en fallar con el balón después de una mala subida de Boyata, quien ha sido el diablo menos prominente durante los primeros 45 minutos, como demuestra este desliz.
En un movimiento, claramente trabajado con anterioridad, De Bruyne logro encontrar a Thorgan Hazard fuera del rectángulo, que tomaría la pelota en un solo paso, cepillando bien la pelota, que chocaría contra el poste antes de salir de los límites del campo.
El ritmo se fue acelerando en los últimos veinte minutos, como si de un partido de copa se tratase, las ofensivas se sucederían en cada lado, a veces ayudadas por pérdidas de balones de los defensores. Al igual que al comienzo del juego, los Devils se acercaban cada vez más a la meta de Ward, pero aun así no lograron cambiar el marcador.
Gales finalmente tendría posesión del balón al comienzo de la segunda mitad y otro error de Boyata seria lo que le daria a galés una gran oportunidad, por suerte para los belgas, Roberts fallo por completo su disparo, enviándolo al tercer poste.
Poco a poco se producía el mismo patrón que durante la primera mitad. Bélgica alternó la posesión a base de pases horizontales y rápidas remontadas ante las pérdidas de balón galés, sin tener oportunidades. El gran problema de esta segunda parte seria la falta de apelación utilizada para hacer transiciones, creando muy pocos pases verticales. Esta sensación de escasez seria confirmada por De Bruyne, quien en varias ocasiones levantaba los brazos para pedir apoyo.
Gales tendría mucho más espacio que durante la primera mitad. Un Origi, poco inspirado, salió lesionado, lo que permitió el estreno de Vanzeir. De Ketelaere (quien no logro hacer un gran partido) y Castagne también serian reemplazados por Saelemakers y Dendoncker, entrando en la defensa central al igual que en el Wolverhampton.
El equipo galés, posicionado muy alto, logro recuperar el balón varias veces, aunque teniendo dificultades para encontrar una ventana de tiro. A partir del 70, los pases de los defensores belgas se multiplicaron y ofreciendo más situaciones para su equipo. Una pelota suicida de Meunier le permitirá a Moore probar suerte, pero por suerte Boyata, claramente mejor desde el 60, se lanzaría sobre la pelota.
Casteels, poco preocupado a pesar de la fragilidad de su defensa, tuvo que estirarse tras un buen golpe de Williams. El portero del Wolfsburgo demostraba que hay que tenerlo siempre en cuenta en la lista de los porteros belgas.
Boyata, con un cabezazo, rozaba 1-2 en un segundo balón, bien capturado por Ward. Los 6 minutos agregados antes de terminar el juego no lograron cambiar nada, los jugadores que entraron al juego, con ganas de hacerse ver, intentaron acciones en solitario, sin ocasionar ningún peligro. Dando por terminado el partido con un resultado 1-1, que ni beneficiaba, ni perjudicaba a ninguno de los equipos.
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